sábado, enero 20, 2007

Pronunciamiento NO a la Pena de Muerte

Lima, Perú
Hoy el Señor Alan García, quien no enfrentó a la justicia porque prescribieron los delitos que se le imputaban, es uno de los promotores de la implantación de la pena de muerte que nos llevaría a salirnos del Tratado de San José. ¿Por qué tanto interés y apuro al igual que la bancada fujimorista? Los crímenes por violación a los DDHH que pesan sobre Alan García y Fujimori NO prescriben. Y aún cuando la justicia peruana pueda ser presionada para absolver o anular los casos pendientes, los familiares de las víctimas de la matanza de los penales, de Barrios Altos, de La Cantuta, etc. tendrían en ese caso la posibilidad de apelar a la Corte Interamericana gracias al Tratado de San José firmado por el Perú. Claro, siempre y cuando no nos hayamos salido del Tratado.

¿Será este el motivo de la irresponsable demanda del Sr. García y de la bancada fujimorista secundada por los medios de comunicación para implantar, a la brevedad posible, la pena de muerte en el Perú azuzando los sentimientos de impotencia, temor e indignación de la población?

Los abajo firmantes rechazamos enfáticamente la implantación de la pena de muerte no sólo porque podrían producirse errores irreparables; no sólo porque no tenemos confianza en un poder judicial frágil ante la presión, el chantaje y la extorsión por parte de personas o grupos de poder; tampoco solamente por el hecho de su absoluta ineficacia para disminuir la violencia, si no porque nos parece una salida de mala fe.

No nos lleva a preguntarnos por las razones que hacen que las diversas formas de violencia crezcan exponencialmente en todo el mundo y también en el Perú, y nos lleva a buscar chivos expiatorios, en lugar de asumir nuestra responsabilidad y nuestro compromiso por construir una sociedad sin violencia y con justicia.

El Sr. Alan García parece decidido y apurado a implantar la pena de muerte en el Perú. Ha sacado bajo la manga la propuesta de la pena de muerte para los terroristas que ya estaba contemplada en la constitución del Sr. Fujimori. ¿Por qué ese apuro? ¿Es para liberarse de su pasado? En el contexto actual latinoamericano y su “amistad” con el Sr. Bush, ¿será esta medida, junto con el control de las ONGs la preparación de la represión y el terror ante cualquier movimiento social de cambio?

Si promovemos un sistema social que pone como valor central al dinero y desprecia y margina al ser humano; un sistema social que, basado en el individualismo y la competencia salvaje, lleva a millones de peruanos a la soledad, la frustración y la falta de futuro negándoles sus derechos fundamentales a la salud, la educación y el trabajo y todo lo mide en aras de la ganancia dejándonos en el sin sentido y el vacío; ¿cómo podemos sorprendernos que aumente la insensibilidad, la desconexión de uno mismo y del otro y la pérdida de los valores que hacen a la belleza y la grandeza de la vida humana, produciendo un espiral de violencia demencial?

¿Seguiremos respondiendo con más cárceles, más policías, más represión, mayor endurecimiento de las penas y con la pena de muerte como respuesta desesperada a la inseguridad y deshumanización?

¿Cada vez que tengamos un problema social o que es levantado un problema, responderemos lavándonos las manos y pidiendo la pena de muerte para acabar con un problema que nos compete a todos?

Nosotros, los abajo firmantes nos comprometemos a trabajar con todas nuestras fuerzas por construir desde nuestros medios inmediatos y con todos los medios a nuestro alcance una sociedad sin violencia y sin discriminación basados en el principio “Trata a los demás como quieres ser tratado”, y los invitamos a unirnos por la humanización del Perú.

Lima, 10 de enero de 2007

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